Considero que las fotografías que presento en esta exposición son retratos (no bodegones ni naturalezas muertas) No estoy haciendo una composición de objetos sino el retrato de un individuo, o de un colectivo, sea flor, fruta o verdura, intentando expresar al máximo la fuerza de su presencia, a veces poco evidente, encontrándole un soporte propio que ponga de relieve las formas de manera harmoniosa o contrastada. Buscando la esencia más escondida del color. El color es un aspecto que me ha interesado mucho. ¿Qué colores se esconden en la peonía que se empieza a abrir en un bote de laboratorio? ¿Y en unas cebollas blanquísimas presentadas en un plato blanco? A la búsqueda de lo escondido he querido, a veces, captar las imágenes que se funden en el interior de un reflejo. Otros retratos son más rotundos en la expresión de la imagen. Los higos recién cogidos o el conjunto de peonías están diciendo: somos magníficos y nos están haciendo un retrato. De una forma más humilde la amapola de papel también me atrae y quiero retener este sentimiento.
En el retrato siempre hay el trabajo del fotógrafo y también, de una manera muy activa el del sujeto retratado. En estos objetos inanimados he vivido de forma muy intensa esta relación.
Barcelona, novimbre 2004